Due Diligence en el sector energético

​Desde 2013 las empresas del sector energético atraviesan dificultades asociadas a las variaciones en los precios de los recursos mineros y energéticos.

13 ENE 2017 · Lectura: min.
En el Due Diligence hay que verificar el cumplimiento de obligaciones por parte del vendedor (frente al Estado, derivadas de contratos con usuarios y proveedores, ambientales, tributarias, etc).

El precio del carbón bajó un 60% y condujo a la quiebra de varias empresas dedicadas a su explotación y distribución. Lo mismo sucedió con compañías productoras de hierro, así como en el sector petrolero, visiblemente afectado por la caída del precio del barril.

Para subsistir y mantenerse en el mercado las empresas mineras del sector energético han recurrido a la reducción de costos de capital, la reestructuración de deudas, la emisión de bonos de alto rendimiento y la reducción interna de costos.

Para refinanciarse también han acudido a procesos de capitalización, fusión o escisión, entre otros. En esos casos es indispensable realizar el proceso de debida diligencia o Due Diligence, el cual es clave al momento de determinar una inversión o adquisición de una sociedad ya que a través de éste se identifican los problemas y riesgos presentes y futuros de la inversión de modo que se pueda calcular el valor real de los activos.

Algunas de las modalidades de adquisición más empleadas en el sector minero energético son:

  1. Fusión
  2. Compraventa de acciones de la sociedad
  3. Adquisición de Activos (Cesión de contrato o Adquisición de derechos de participación - Working Interest)

Entre los aspectos relevantes a evaluar durante el Due Diligence, con el fin de mitigar los riesgos de la inversión, se encuentran:

  • Identificación, titularidad y seguridad de los activos clave.
  • Cumplimiento de obligaciones por parte del vendedor (Obligaciones frente al Estado, obligaciones derivadas de Contratos con usuarios y proveedores, Obligaciones ambientales, Obligaciones Tributarias, etc).
  • Verificación y análisis de los contratos claves de la sociedad verificando que continúen vigentes y en pleno cumplimiento por ambas partes contractuales.
  • Identificar y analizar los litigios o procesos arbitrales en curso cuyo fallo podría poner en riesgo la inversión o pudieran significar responsabilidad por parte del adquiriente.
  • Verificar cumplimiento de la legislación y regulación vigente aplicada a la actividad que desarrolla la empresa.
  • Identificación de las garantías y de la financiación de los proyectos.

Estas pautas son algunas de las variables que deben evaluarse por parte del comprador con el objetivo de determinar el riesgo de su inversión.

Escrito por

Estudio Legal Hernández

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